Alamos, El Chinal y los Hot Dogs

Columna política del licenciado Bulmaro Pacheco Moreno

Alamos, El Chinal y los Hot Dogs; columna política del licenciado Bulmaro Pacheco Moreno.

Escribe: Licenciado Bulmaro Pacheco Moreno

El Chinal, una pequeña población al sur de Álamos a ocho kilómetros de Sinaloa —donde predomina el árbol el chino— y en una región de pobreza ancestral, ha dado lugar a uno de los fenómenos sociales y económicos más sorprendentes de la región.

Con mucho trabajo, y generacionalmente, descubrieron la fórmula para combatir la pobreza extrema de la población… pero fuera de ahí.

Lo hicieron a través de la elaboración y venta de hot-dogs en diversos puntos de todo Sonora y en parte de Sinaloa,Baja California y Chihuahua.

Con eso mejoraron la economía familiar, superaron la pobreza y la falta de oportunidades, y cada uno de ellos que triunfa en el negocio, anima y apoya a otro, y así sucesivamente.

Apoyan con la adquisición de un carro para los hot-dogs, dinero para que arranque el negocio y proporcionan los contactos con los proveedores de tiendas especializadas, para abaratar costos de los principales materiales como salchichas, pan, mayonesa, mostaza, tocino y otros accesorios.

Ahora los habitantes de El Chinal están por todo Sonora, y se les nota el progreso tanto en sus personas como en las propiedades, en un pueblo donde hoy solo se ve —una sola— residencia en ruinas.

Se nota la unidad de su gente. Al morir un oriundo del pueblo que vivió fuera, lo sepultan en el panteón local; y todos regresan al terruño en Año Nuevo; en Semana Santa; y en las celebraciones de bodas, XV años, velorios y otras festividades.

No hay cantina en el pueblo, tampoco expendio de cerveza; la cervecera se fue con todo y permiso, dicen algunos vecinos.

La mitad de las casas de El Chinal, que dan cobijo a 400 habitantes, lucen deshabitadas; sus dueños trabajan fuera de ahí. Hay “dogueros” tan buenos, dice Daniel Gámez, que en las ciudades grandes como Nogales y Hermosillo hay quienes venden entre 400 y 600 piezas diarias.

Son recordadas las posadas decembrinas de la empresa Ford en Hermosillo, que los contrataba para la elaboración de ¡10 mil hot-dogs! para celebrar a sus trabajadores en un día.

Los pioneros formaron parte de una generación que se cansó de depender de las muy escasas lluvias para las siembras de temporal de pasto y sorgo para alimentar al ganado, producir leche y elaborar quesos y panelas. También de depender de las raquíticas cosechas de cacahuate para venderlo en crudo o elaborar con piloncillo hervido, el dulce de pepitoria que tanta fama les ha dado.

La sequía se asentó en la región. Con el tiempo llegó la inversión de una empresa minera (Corner Bay) —de oro y plata— que dio empleo a 400 personas de varias comunidades de la región —principalmente de El Maquipo—, con la derrama económica correspondiente.

La mina cerró sus puertas hace poco tiempo, agravando la problemática regional con la ruina correspondiente. La gente empezó a emigrar hacia otras partes de Sonora y a la cabecera municipal, en forma tal que en El Chinal ya no se ven jóvenes en el pueblo.

El kínder de la comunidad solo registra 2 alumnos; la primaria, 12; y la telesecundaria, 8. La mayoría va al Cecytes de El Maquipo, que ahora cuenta con 38 alumnos.

El pueblo cuenta con el servicio de agua potable tres veces por semana y tiene solo dos días de corridas de camión a la cabecera municipal.

Uno de los trabajadores del hot-dog que se quedó en el pueblo relata el drama de la población y sus esfuerzos por lograr sobrevivir en un medio difícil y ante circunstancias muy adversas.

Daniel “El Zurdo” Gámez Rosas acaba de cumplir los 60 años y nació en El Chinal, donde sus padres Daniel Gámez Mendívil y Raquel Rosas Mendívil lo enseñaron a ganarse la vida, dice, desde muy chico.

Lleva 43 años en el oficio de preparar hot-dogs y ha viajado por algunas partes de Sonora enseñando el arte —10 años en Ciudad Obregón— y algunos más en la capital Hermosillo. Su cifra récord es haber vendido 600 panes en un día; algo difícil de igualar.

Dice que se encuentra más a gusto en El Chinal, donde por las mañanas atiende su tienda y desde las cuatro de la tarde instala su carro de acero inoxidable con todo lo necesario para darle gusto a los clientes, tanto de la comunidad como de poblados vecinos de Sinaloa y Sonora que acuden a comerlos o a que les enseñe el arte de prepararlos con el pan caliente y anexos. Suspende sus actividades a las nueve de la noche: “A esa hora ya toda la gente duerme en el pueblo”.

Con su esposa Alba Leticia Flores Mendívil ha instalado en parte de su casa una pequeña tienda a donde acuden los vecinos de la comunidad a comprar los artículos del diario. Casi todo lo compran en las tiendas Gerisa una de cuyas sucursales se encuentra a un lado de La Capilla, en Álamos. A buen precio se adquiere, dice Gámez, “galones de mostaza y mayonesa, salchichas (Rosarito, la mejor, dice), así como el tocino, los tomates, la cebolla, los chiles jalapeños de La Costeña, la salsa huichol y lo necesario con un pan más barato —casi a la mitad— que en el resto del mercado, lo que incrementa sus utilidades” dice.

¿Con cuántos panes diarios se puede sostener una familia?, le inquiero a Gámez. “Con 100 que vendas diario, se puede vivir relativamente bien.

Se ha buscado siempre, que la utilidad por cada hot-dog que se vende te deje cuando menos la mitad de lo que inviertes en prepararlo”, aunque con la evolución de la comida rápida ahora el cliente es más exigente y ya tiene rato que el hot-dog tradicional, que solo llevaba salchicha, tomate, cebolla, mayonesa y mostaza, ha cambiado para transformarse en una comida rápida más completa —ante el cambio social experimentado por la abundancia de jóvenes y mujeres que trabajan y quieren un servicio rápido—. “Hace rato que se dio la transformación del hot-dog”, afirma.

Así como los clientes han pedido que se le agreguen papas, aguacate, frijoles, lechuga, tocino, chorizo, cebollas asadas, chiles rellenos de queso y capeados con huevo, así se han planteado las estrategias de abasto y de precios del hot-dog, dependiendo de la zona, el municipio y la región donde se vende, y también del poder adquisitivo de los grupos sociales.

Ahora, la elaboración de hot-dog genera más empleos que antes porque se requieren ayudantes que estén al tanto del trabajo; se perdió la imagen del trabajador solitario —que hacía de todo, incluso empujar el carro de ruedas—. El hot-dog surgió (En Sonora desde 1947) antes que las pizzas, la cahuamanta, los tacos de carne asada, de cabeza y los sushis, y ha sobrevivido como comida rápida y sin disminuir la preferencia de la gente pese a tanta competencia.

De eso pueden dar testimonio, emigrados de El Chinal a Baja California, Chihuahua, Navojoa, Obregón, Hermosillo, Nogales, Los Mochis, Culiacán, Mazatlán y Guasave, entre otros lugares.

¿Por qué se ha mantenido en el gusto de la gente el hot-dog? Por la facilidad de encontrarlo en las esquinas de las calles o en las plazas públicas, en los jardines y cerca de lugares concurridos, como escuelas, hospitales y centros de trabajo.

También porque se trata de una comida equilibrada en contenido alimenticio, con olor y sabor, que satisface y llena. Dice Daniel Gámez que ya está en proceso el hot dog de carne…Y el de camarón (8 camarones chicos enrollados en jamón y amarrados con tocino).

Los pueden consumir toda la familia, son baratos, y no hacen daño, por la limpieza del proceso para prepararlos. No en balde, la revista francesa “Saveur” en 2011 calificó al hot dog sonorense como una de las 100 mejores comidas callejeras del mundo! Igual lo hizo la americana “Tripadvisor” en 2013 que los calificó como los mejores de México.

Los habitantes de El Chinal no inventaron los hot dogs pero han ayudado a su permanencia en el gusto de la gente, al mejoramiento continuo en su elaboración siguiendo las exigencias de los clientes… y con eso han fortalecido las enseñanzas entre las generaciones de pobladores de la región que va para largo, así como la lucha efectiva contra la pobreza

extrema que sin grandes asesorías ellos descubrieron como combatirla, aunque haya sido por fuera de su pueblo. Enhorabuena.

bulmarop@gmail.co