Escribe: Angélica Beltrán
Cinco millones de pesos entregó MORENA a los cuatro aspirantes presidenciales del partido, para que echar verborrea por todo el país, en busca de “convencer” de que –independiente de quien fuera el candidato- la 4T es la mejor opción.
Pero queda claro que, con estos actos adelantados de campaña de las corcholatas, llamadas Asamblea Informativas, también se erogaron recursos millonarios de manera ociosa; ya que, con discursos la gente no sale ni de la pobreza ni asegura el sustento inmediato.
Por lo que queda a la vista que, en todos los partidos, incluido MORENA -aunque insista en que no es igual a los otros-, se realizan gastos superfluos con el recurso del pueblo, y no en beneficio del pueblo. Pues ¿quién gana con escuchar discursos y promesas?
Y ya que MORENA esa el partido de la transformación debería de poner el ejemplo y transformar el tipo de campañas –en busca de votos—en las que se gastan millones de pesos cada tres años. Y no obstante ello, el partido de la austeridad se inventó las campañas informativas, quise decir Asambleas Informativas.
En fin, que lo óptimo a partir de ya, es que los discursos de las campañas electorales sean acompañados de acciones que deberían ejecutar los equipos de amigos, familiares y empleados que conforman los aspirantes; y en vez de que éstos se ocupen de echar porras, mover banderas o repartir volantes, deberían realizar actividades culturales, deportivas, ecológicas, médicas, asesorías jurídicas, etc.; como parte del “mitín político”, a fin de que, el gasto oneroso que se hace en las campañas no beneficia a nadie; ni al propio aspirante-candidato (a), cuyos floridos discursos no permean en nadie; ya que todos saben que a las palabras se las lleva el viento.
Tropezones entre aspirantes con cola que les pisen
Y como el sol ni puede ocultarse con un dedo, en uno de los debates de las aspirantes del Frente Amplio por México, Beatriz Paredes hizo una denuncia pública contra los políticos y funcionarios que se enriquecen al amparo del poder.
Tema que le cayó a Xóchitl Gálvez como balde de agua fría; siendo que Beatriz Paredes denunció el tráfico de influencia de políticos y funcionarios para lograr contratos millonarios del gobierno federal y las dependencias.
Así, en los debates del FAM se registraron pisotones inevitables, porque con cualquier discurso con el que se retomen los grandes males de México como la corrupción, el crimen organizado o la pobreza, forman parte de los males que han cultivado y producido estos partidos en sus gobiernos anteriores. Así, Beatriz Paredes tuvo que disculparse con Xóchitl Gálvez por su referencia al tráfico de influencias; y le dijo que no se refería a la panista.