(Circula en Redes Sociales) Hoy cumple 5 años mi bebé Saríah.
Cada año la llevo a una sesión de fotos, y le mando a hacer un pastel especial.
Este año no quise dejar de hacerlo, aunque será diferente.
Es el primer cumpleaños de mi bebé que no estoy con ella, que no la puedo abrazar, que no le puedo cantar las mañanitas, que no puedo verla emocionada por sus regalos, que no puedo aplaudirle para que apague la velita, que mis papás no pueden hablar con ella y felicitarla, es el primer cumpleaños que mi bebé no tiene a su papá a su lado.
Y todo por la voluntad de una sola persona, obstructora del sagrado vínculo de padre e hijos.
Mi corazón está deshecho, esparcido por el suelo, pero este dolor no me vencerá, sólo me hace ver mi propia fuerza. Sé que mis hijos me necesitan.
Saríah: hija, no sabía que tenía un hueco en mi corazón hasta que llegaste para llenarlo. Te amo con toda mi alma, te pienso día y noche, no he dejado de luchar por ti, y si Dios existe no permitirá que sigamos más separados.
