Escribe: Angélica Beltrán
La derrota electoral del PRI en el Estado de México marca el fin del partido tricolor en este siglo XXI. Han pasado sus mejores tiempos, y tras su penosa descomposición en los últimos 40 años, el tricolor se encamina al basurero de la historia como, en efecto, lo señala el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y si bien el tabasqueño y gran parte de los liderazgos de MORENA provienen del partido en decadencia; es claro que la lucha contra el PRI que sostiene el movimiento morenista es contra esa camada de priistas que se ciñó al modelo neoliberal, con el que desmantelaron a México a favor de Estados Unidos.
MORENA ganó ayer la elección al gobierno del Edomex, de acuerdo con el conteo preliminar del Instituto Electoral del Estado de México; y que da ventaja a Delfina Gómez (MORENA-PT-PVEM), con 10 puntos porcentuales aproximadamente en lo que va del cómputo. Tendencia que difícilmente se podría revertir.
Con este triunfo, MORENA gana la joya de la corona y se prepara con fuerza a la contienda por la presidencia de México; pues los votos de los mexiquenses, una nutrida población, bien pueden definir el triunfo electoral en 2024.
Moralmente derrotados/ o/ si no puedes con el enemigo únete
Del lado de la oposición se observan dos escenarios: afianzar una estrategia electoral de coalición, pero con otros aliados entre sí, ya no PRI-PAN-PRD juntos, cuyos bonos van a la baja en los tres casos. O de plano, pasarse al lado de los morenistas, como ha sido la tendencia en los últimos cinco años.
Ahí tenemos a Julio Menchaca, priista que cambió de camiseta. Y ahora es el gobernador de Hidalgo bajo las siglas de MORENA; o Armando Guadiana, senador con licencia que contendió para el gobierno de Coahuila; aunque perdió la elección. También se puede mencionar al senador Alejandro Armenta, actual presidente de la Mesa Directiva del Senado, que hasta hace unos años militaba en las filas del PRI.
El tema es que con el triunfo de Delfina Gómez en el Estado de México el partido del presidente López Obrador se fortalece y se afianza para asegurar la continuidad de la llamada Cuarta Transformación; ya sea con Ebrard, Sheinbaum, Monreal o Adán Augusto, los aspirantes presidenciales, siempre y cuando no haya fractura entre estos.
Esperemos que con este triunfo ganen los mexiquenses
Y si creen que 100 años no son nada, como dice conocido canción, habría que preguntarles a los mexiquenses, pues sólo estos pueden dar cuenta de la marginación, falta de servicios, falta de empleo y la baja calidad de vida que se tiene en el Edomex; entidad que se encuentra en los primeros lugares de todos los índices de marginación que tiene el INEGI para identificar la pobreza del país.
Para los mexiquenses 100 años ha sido una eternidad, sobre todo para los habitantes de la zona conurbada; quienes laboran en la Ciudad de México y hacen largos trayectos, saturando los servicios de transporte de la capital del país. Ya que en el Edomex los gobiernos priistas han olvidado invertir en creación de empleos y un transporte público eficiente y sobre todo seguro. En conclusión, bien por el cambio de gobierno en el Edomex. El PRI ya es insostenible e inaguantable para los gobernados.