Escribe: Licenciado Bulmaro Pacheco Moreno
Al oficialismo le preocupa el proyecto del Frente Amplio conformado por PAN, PRI y PRD para la elección del 2024. No hay día en que no lo descalifiquen y le endilguen una rica variedad de epítetos en diversos foros. Comienzan con las mañaneras del presidente, que con infinidad de los recursos públicos las utiliza para hacer política electoral tanto para su causa como contra sus adversarios.
Después siguen las “corcholatas”, que en sus insípidos recorridos por México —con más relaciones públicas que propuestas— a diario se van contra el Frente Amplio repitiendo los trillados argumentos originados en Palacio Nacional y buscan reforzar un conflicto ideológico de los buenos contra los malos. A la cola,Mario Delgado el dirigente nacional de Morena hace eco de lo que dicen sus jefes y también se lanza con todo.
¿Qué es lo que más le preocupa al presidente López Obrador del Frente Amplio? Está sorprendido, porque tanto la organización del Frente Amplio como la diversidad y animosidad de los personajes de los tres partidos que se han inscrito para participar en la contienda le demuestran a él y sus seguidores que nada está escrito para el 2024 y que su realidad y sus datos, no necesariamente coinciden con los de las mayorías.
Los organizadores del Frente Amplio y los aspirantes le echaron a perder al presidente la comodidad y seguridad de su estrategia de hacernos creer que ya no había nada qué hacer ante —su inminente— triunfo de Morena mediante una elección de Estado en junio del 2024.
¿Ya no se sienten tan seguros? No. Temen que se repitan las cifras electorales del 2021 y que las oposiciones logren captar las inconformidades de la clase media que se manifestó contra la 4T tanto en la defensa del INE como en el apoyo a la democracia a finales del año pasado y a principios del que corre.
¿Se les descompuso el escenario? Al parecer sí. Ellos se sentían muy seguros y ya se veían ganadores cuando adelantaron la competencia en Morena. Llegaron a pensar que para ganar en el 2024 todo sería cuestión de tiempo y se dedicaron a atacar a las oposiciones tratando de descabezar a sus liderazgos acusándolas de desorganizadas e inexistentes.
¿Y no? No. Todo lo contrario. El resurgimiento de figuras opositoras y los consensos entre los tres partidos les ha demostrado lo contrario. La oposición existe, se mueve y se organiza, y eso ya preocupa.
¿Y por qué el presidente adelantó la sucesión en Morena?
Hay varias causas: Los resultados desfavorables de la elección del 2021 para Morena; las marchas de inconformidad por los ataques al INE y por el
incumplimiento de programas y resultados del gobierno; el accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que afectó a las dos principales cartas de Morena (Scheinbaum y Ebrard); Las tensiones con Ricardo Monreal, el líder del Senado; los aceleres en el gabinete por la multitud de aspirantes a cargos de elección popular; los resultados en las elecciones de Coahuila y el Estado de México; y la recuperación del control del INE con una presidenta allegada a la 4T.
¿Aún a costa de violentar las leyes electorales? Nunca en lo que va del sexenio les ha importado el cumplimiento de la Ley. Al contrario. Alegan que son diferentes, pero cada paso que dan en materia electoral lo hacen al margen de la legislación, creyendo que con cambiar la denominación de sus candidatos (coordinadores de los programas, jefes de la defensa del proyecto, etc.) ya bordean la legislación, sobre todo ahora que realizan sus precampañas rehuyendo el cumplimiento de la legalidad en materia de propaganda política y en los gastos para eventos de campaña (como las concentraciones masivas, que son muy caras).
¿Cuándo se instala en México el proceso electoral?
La ley electoral federal señala que la primera semana de septiembre (Art. 225) se inicia el proceso electoral ordinario y empiezan a sesionar periódicamente los organismos electorales (federales y locales) con el propósito de preparar todo lo concerniente a la elección del próximo junio.
¿Fechas? La tercera semana de noviembre para las precampañas (Art.226), febrero para el registro de candidatos (del 15 al 22) (Art. 237); y marzo para el inicio de las campañas electorales, que culminarán 3 días antes del 2 de junio, fecha de las elecciones.
¿Y por qué le preocupa al oficialismo la organización de las oposiciones si tiene el control político en 23 estados?
No se ve que tenga el control político Morena en los estados que gobierna. Existe mucha improvisación, infiltración del crimen organizado y una evidente novatez en la mayoría de sus gobiernos. A los gobernadores de Morena los usan más —y con frecuencia— para el apoyo en desplegados al presidente que para el servicio a sus entidades federativas, algunas de ellas inmersas en la violencia y en la ingobernabilidad como Tamaulipas, Guerrero, Zacatecas, Veracruz, Chiapas y Michoacán. Realmente son muy pocos los gobernadores de Morena que han dado el ancho en sus estados.
Eso le preocupa al Presidente y los dirigentes de su partido, no ven como hacerse del apoyo de los gobernados en esos estados que viven en medio de la incertidumbre, la desesperación y la irritación social ante la falta de respuestas eficaces a la problemática que enfrentan.
¿Entonces, por qué tanta agresividad oficial contra el Frente Amplio y sus aspirantes, principalmente contra Xochitl Gálvez? Insisto, ellos (de la 4T) ya
se creían ganadores de todo nada más por la figura del presidente López Obrador y sus niveles de aceptación en los sondeos. Se les olvida que el presidente ya no va a ser candidato y que entre las llamada “corcholatas” no existe una persona con su carisma, y tampoco quién pueda convencer a las clases medias para garantizar un período más de la 4T en el gobierno.
En el caso de Xochitl Gálvez, López Obrador no la hacía en la lista de aspirantes a la candidatura presidencial sino a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, y fue él mismo con su rechazo a que Xochitl participara en la mañanera para ejercer su derecho de réplica quien la catapultó a la posibilidad de ser candidata a la Presidencia de México, y ahí está el dilema que lo ha obligado a mencionarla varias veces en los últimos días como si fuera su jefe de campaña.
Hasta ahora solo ha criticado a Santiago Creel y Xóchitl Gálvez. Seguramente a partir del lunes 10 cuando se conozcan los nombres de quienes obtuvieron el registro, arreciarán más ataques.
¿Irá a criticar a Silvano Aureoles y a Miguel Mancera del PRD?
No tanto, porque ellos lo conocen muy bien desde que militaban juntos en el PRD y seguramente se va a medir, por el problema del Metro y otros.
¿Y a los priistas De la Madrid y Beatriz Paredes?
Seguramente, pero sin mayores argumentos, porque son aspirantes con luz propia al igual que Gálvez y no tienen cola que les pisen.
¿No va a parar ahí la injerencia Presidencial en el proceso electoral?
No. Por eso las instituciones electorales deberán actuar, para evitar que se siga violando la legalidad del proceso y se sigan utilizando recursos públicos tanto para apoyar a los aspirantes oficiales, como para atacar y denostar a los adversarios… y como Morena ya tienen a la presidencia del INE a su favor, la esperanza es el Tribunal Federal.
¿Tanto así?
Esto no terminará hasta el 2 de junio del 2024…Y quizá más allá.
bulmarop@gmail.com