¡Cuidado con la ligereza política!

Columna del licenciado Bulmaro Pacheco Moreno

Cuidado con la ligereza política; columna del licenciado Bulmaro Pacheco Moreno.

Escribe: Licenciado Bulmaro Pacheco Moreno

Dijeron hasta el cansancio que representaban una alternativa en el ejercicio del Poder en los estados, los municipios y en México. Que ahora sí el país iba a cambiar para bien, ante los fracasos de los gobiernos anteriores… “Esos que robaron y saquearon y que quieren volver”, pregonan.

La verdad es que nunca presentaron un proyecto alternativo útil. El lema de “primero los pobres” nunca significó nada —salvo un anzuelo destinado a los electores—, porque no derivaba en un programa de gobierno que impul-sara la igualdad y la libertad —a través de la salud y la educación, verdade-ros igualadores sociales— y la distribución del ingreso entre los mexicanos, a excepción de los subsidios a la gasolina y el mismo sistema de pensiones universales para los adultos mayores (la mejor apuesta política —hasta ahora— del régimen para continuar en el Poder).

Tampoco significó nada lo de ‘No mentir, no robar y no traicionar’, porque el tiempo demostró el abusivo aprovechamiento de ser gobierno para robar (¡15 mil millones de pesos en Segalmex!); para poblar de familiares los car-gos públicos (ante la carencia de cuadros leales, dijeron); para mentir (los costos y la duración de las obras magnas, las consultas a modo, la rifa del avión, la escasez de medicinas, el Seguro Popular, etcétera); y para traicio-nar (rupturas dentro del grupo político compacto)… Y nada han reconocido hasta el momento, pese a las evidencias.

Las acciones penales hacia los personajes del pasado han reflejado más parafernalia y venganzas políticas que justicia. De ello pueden dar fe su ex-compañera, exjefa de gobierno de la Ciudad de México y ex dirigente del PRD, Rosario Robles; el exprocurador Jesús Murillo Káram, a quien se en-carceló sin pruebas de haber participado en la desaparición y muerte de los 43 jóvenes de Ayotzinapa; Emilio Lozoya, Ancira y Collado.

Con todo esto, quieren más y aspiran a trascender más años en el Poder. Para ello utilizan estrategias muy conocidas del pasado que en algunos ca-sos les han rendido frutos.

El gobierno quiere enviar mensajes a los adversarios y sus votantes de que la elección ya está decidida, a pesar de lo que hagan o dejen de hacer los opositores concentrados en el Frente Por México. Por eso difunden encues-tas increíbles que han llegado a marcar hasta 92 y 70 puntos de diferencia entre su futura candidata presidencial Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, del Frente por México. No se miden!

Difunden encuestas hechizas como estrategia, cuando todavía ni se asien-tan las campañas ni se termina de seleccionar el resto de los candidatos, para tratar de desmoralizar a los adversarios y así sientan que “ya no hay

nada qué hacer”, porque ya todo está dicho y determinado por la fuerza que domina la política mexicana desde el gobierno.

Lógico es que la candidata oficial lleve una ventaja cercana a los 15 puntos porque lleva tres años en campaña, y ha recibido recursos y apoyos del ejecutivo, los gobernadores y funcionarios de la 4T, tanto en la organización de eventos como en la publicidad desplegada.

Tratan de demostrar que todo está bien y que van por el camino correcto, cuando en el fondo se sienten preocupados por las consecuencias que ha-brá de tener hacia el interior de su partido la ruptura generada por la rebeldía de Marcelo Ebrard. Nadie hasta ahora sabe bien a bien los alcances de la decisión de Ebrard y en qué habrá de desembocar.

¿Se queda en Morena o se va a Movimiento Ciudadano?, ¿Creerá Ebrard que Morena le va a dar las respuestas que espera de sus impugnaciones?, ¿De verdad piensan que de irse Ebrard a otro partido le restará votos al Frente Por México, como lo afirmó originalmente el Presidente?

Hasta ahora y comprometidos ya los partidos Verde y el del Trabajo con Morena, solo queda el partido Movimiento Ciudadano como alternativa para el exsecretario de Relaciones Exteriores, y tendrá hasta la primera semana de noviembre para decidirse.

No terminan de ponerse de acuerdo sobre la viabilidad de la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. El sector duro de Morena se opone a la candidatura de Omar García Harfuch, porque lo sienten un advenedizo, y con eso se enfrentan a la primera decisión importante de la coordinadora de la 4T, consultada con el jefe del Ejecutivo.

Ya sentaron en sus aspiraciones a Mario Delgado, el dirigente nacional del partido; recibieron a regañadientes la aparición como aspirante de la alcal-desa de Iztapalapa Clara Brugada y han alentado las aspiraciones del sub-secretario de Salud Hugo López Gatell, como una forma de quitarle golpes a Omar García, al tiempo que se deshacen de un funcionario incómodo, desprestigiado y controvertido del sector salud.

Alguna salida habrán de buscarle a Brugada y López Gatell en el Poder Le-gislativo local o federal, como se hizo en la campaña nacional, por lo que no se descarta que se presenten tensiones internas en Morena.

También pesan los casos de Ricardo Monreal y Adán Augusto López, com-petidores en la interna de Claudia Sheinbaum, que hasta ahora no se sabe qué ha pasado con ellos después de su derrota en la interna. Monreal aspi-raba a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; pero fue descartado, se dio cuenta a tiempo de que no estaba en el ánimo de quienes mandan y habló de dados cargados. Desde siempre manejó que: “para el 2024 Iba a estar en la boleta electoral”. Lo vetaron para la Ciudad de México en 2018 y

lo volvieron a vetar para el próximo año. ¿Qué le espera a Monreal dentro de Morena? Pienso que ni él lo sabe.

Adán Augusto y Monreal recibieron nombramientos para el manejo de la campaña, pero hasta ahora al único que se ha visto en los recorridos de Sheinbaum ha sido Gerardo Fernández Noroña. Quizá traigan alguna incon-formidad, o quizá no les cumplieron lo prometido…

La ligereza política que se da con una estrategia bien diseñada por el go-bierno y su partido para tomar ventaja en el ánimo de los electores, ha pro-vocado confusiones y un exceso de especulaciones; por ejemplo: Las en-cuestas a modo, para hacer creer que ya se decidió la contienda; la versio-nes de que Xóchitl ya no creció, con el argumento de que el Presidente dejó de mencionarla y la borró del mapa; las versiones inducidas de que en el Frente no hay coordinación y de que a Xochitl la dejaron sola los tres parti-dos que la hicieron coordinadora; y otros argumentos que han caído en la frivolidad y la ligereza, cuando aún no empiezan las campañas y falta toda-vía el plato fuerte: el de la selección de candidatos al Senado y las diputacio-nes federales, nueve gubernaturas, y en 30 estados candidatos a alcaldes y diputados locales. Se va a poner bueno.

A los que practican la ligereza política en el análisis, hay que recomendarles que estudien la historia de las campañas presidenciales en México de 1988 a la fecha, y que no se pongan tan nerviosos y tan inquietos cuando la nueva—y no tan inédita— película del 2024 apenas va en la presentación del reparto. Muchas sorpresas habrán de verse todavía.

bulmarop@gmail.com