Guaymas, Sonora.- Gran consternación en Guaymas ante el sensible fallecimiento del joven Armando Cázares Palomares, a la edad de 24 años.
Era mesero desde hacía casi 2 años del restaurnte de mariscos El Rey, en Guaymas, y a la vez estudiaba la carrera de licenciado en administración de empresas en el Instituto Tecnológico de Guaymas (ITG).
Joven mucho muy querido, que desde muy chico comenzó a trabajar, un muchacho muy agradable, alegre, emprendedor, carismático, de mucho talento y empeñado siempre en salir adelante con cada una de las responsabilidades que asumía.
A los 14 años comenzó a trabajar de ayudante general en una fonda, en Rosario, Baja California, a donde se había mudado, y en donde inclusive cursó la secundaria.
Al regresar a Guaymas, concluyó sus estudios de preparatoria y encontró empleo en una tortillería. Fue una etapa de estabilidad y crecimiento personal.
Durante ese tiempo, también inició la carrera de ingeniería, pero la puso en pausa para enfocarse de lleno en el trabajo y en brindar una mejor calidad de vida a su familia.
Más adelante mientras cursaba la preparatoria trabajó además en una taquería con en un turno de 9 p.m. a 3 a.m., ahí aprendió los fundamentos del trabajo en cocina, desde la limpieza hasta el manejo básico de alimentos, así como la importancia del orden y la rapidez en un ambiente de ritmo acelerado, aunque solo permaneció unos meses debido a lo exigente del turno.
No se detuvo ahí: Trabajó lavando autos y realizando trabajos de jardinería, siempre con el objetivo de aportar económicamente al hogar.
Desde su ingreso al restaurante El Rey, Armando se mostró dispuesto a aprender.
A pesar de ser un joven tímido al principio, su actitud positiva, respeto por sus compañeros y ganas de salir adelante lo hicieron destacar.
Fue adquiriendo habilidades en el servicio al cliente, montaje de mesas, toma de pedidos y atención personalizada, además de colaborar estrechamente con los meseros en momentos de alta demanda.
Gracias a su constancia, poco a poco se le brindaron más esponsabilidades.
Fue capacitado en la barra de bebidas, donde desarrolló un gusto particular por la preparación de cócteles, bebidas tradicionales y aguas artesanales.
Durante los fines de semana, también cubría turnos como mesero, lo cual disfrutaba profundamente, ya que le permitía interactuar con personas de diferentes lugares del país e incluso del extranjero.
Mariscos El Rey, como empresa, se sentía profundamente orgulloso de contar con jóvenes como Armando, trabajador, dedicado y con sueños grandes.
Su historia era un ejemplo de resiliencia, compromiso y superación. Por eso se sentían ser parte de su camino, les inspiraba a seguir siendo una plataforma para el crecimiento personal y profesional de su equipo de trabajo, confiando siempre en que su futuro estaría lleno de logros.
Así, con muchos sueños todavía por critalizar, sobre todo de convertirse en todo un profesionista, han quedado truncos, a sus 24 años ha dejado de existir, para dolor de sus seres queridos, amigos y compañeros de trabajo.
¡Descanse en paz Armando Cázares Palomares; Dios lo reciba en el Cielo!
